Joyería EL DORADO
EL TUNJO. En los caminos serpenteados, bosques perfumados, quebradas cristalinas y rocas míticas, se aparece un niño abandonado, llorando e implorando protección, alimento y abrigo a los viajeros; el magnetizante Tunjo, empuña en una mano una flor de oro y en la otra sostiene la lámpara de la inteligencia, la sabiduría y el discernimiento.